Rutas por Alcalá del Júcar y pueblos cercanos, comarca La Manchuela
OCIO Y TIEMPO LIBRE
Las actividades de ocio y tiempo libre cubren los aspectos más diversos en La Manchuela, aunque, casi todas ellas se agrupan en torno a tres grandes apartados, con frecuencia relacionados entre sí: la naturaleza, el deporte y la aventura.
Las solicitadas, como piragüismo, rafting, paseos a caballo,senderismo, pesca, caza,ciclo turismo y otras actividades vinculadas con el medio natural y la aventura.
Las rutas para los amantes de la naturaleza son múltiples y ofrecen grandes posibilidades; bien para conocer la historia y la oro grafía de La Manchuela y descubrir su flora y fauna, bien para practicar la fotografía o, simplemente, disfrutar de la naturaleza del modo más placentero.
En torno a los ríos Júcar y Cabriel se abre todo un abanico de posibilidades para hacer turismo. Parajes como «El Tranco del Lobo» y «El Molinar» en el Júcar y la central de «El Retorno», «La Terrera», «Tamayo», «La Rueda», «el Molino de Los Batanes» y «Los Cárceles» en el Cabriel, son algunos de los lugares más destacados por su gran belleza paisajística y sus zonas de recreo y baño
HOZ DEL JÚCAR
En la vertiente del Júcar, por la comarca de La Manchuela, el recorrido va desde Motilleja hasta Villa de Ves, y en él se combinan los muchos atractivos del paisaje con el interés histórico de la zona, constituyendo una ruta particularmente recomendable.
Partiendo del paraje de «Cuasiermas» en Motilleja, zona especial para el baño y la acampada y si es aficionado a la pesca, puede disfrutar de este deporte en todo el tramo del rio Júcar.
Siguiendo el curso de la carretera, que discurre paralela al río, llamarán su atención las pequeñas aldeas de casas-cueva excavadas en la roca, arquitectura característica en los pueblos de la ribera del Júcar. En pocos minutos llegamos a Jorquera,
Algunos miradores, construidos al efecto, nos permiten disfrutar de excelentes vistas panorámicas, desde allí se divisa todo el esplendor de la villa fortificada.
Sin dejar el curso del río llegamos a La Recueja, pequeño y tranquilo pueblo, donde el paisaje y la posibilidad de acampar son los mejores motivos para visitarlo.
La llegada a Alcalá del Júcar puede ser todo un acontecimiento, es, sin lugar a dudas, uno de los pueblos más espectaculares y pintorescos de toda La Manchuela, con sus casas escalonadas en una ladera hasta la cima donde se alza el castillo árabe, que da nombre al lugar («AL-KALA»: el castillo) y abrazado por la hoz de este río.
Declarado conjunto histórico artístico, Alcalá del Júcar fue antiguamente aduana del Camino Real de Castilla a Levante. Hoy, sus empinadas calles, abocadas hacia el río, tienen un singular atractivo turístico que seduce al primer golpe de vista. Un atractivo al que se unen alguna de sus cuevas que atraviesan la montaña, y que se encuentran abiertas al público. Concretamente, muy cerca de Alcalá del Júcar, en una de las paredes verticales de la hoz, se halla la Cueva de Garadén, fortificada por los árabes y célebre por su función de vigía en el Camino Real citado. De igual modo, merece la pena visitarse la plaza de toros, única por su forma irregular y por la creencia de que en su origen pudo ser una lucerna paleocristiana. Para disfrutar de unas excelentes vistas, tanto del pueblo como de la hoz, conviene situarse en los miradores existentes en los caminos que se dirigen a los pueblos aledaños como las Casas del Cerro o las Eras de Alcalá.
Como obras arquitectónicas de interés destacan en Alcalá del Júcar, la parroquia de San Andrés (s. XVI al XVIII) con pórtico de entrada neoclásico, un puente sobre el Júcar de origen romano y reconstruido en el siglo XVIII, el castillo de origen árabe, aunque reformado en época cristiana, y la Ermita de San Lorenzo (s.XVIII).
Continuando la ruta trazada junto al río Júcar, llegamos a Tolosa, de aquí en adelante el paisaje se hace cada vez más agreste, el cauce se estrecha y se convierte en «cañones» de una belleza extraordinaria.
Llegados a este punto los itinerarios posibles se multiplican. Como recomendación pueden valer parajes como Las Rochas, el Tranco del Lobo y El Molinar, estos dos últimos albergan los poblados de las dos antiguas centrales hidroeléctricas.
Finalmente, como último pueblo en nuestro recorrido, se encuentra Villa de Ves, antigua capital del Señorío de Ves y viejo albergue del Alcalde Corregidor, nombrado villazgo de las manos de Alfonso X. Hoy es un pueblo semi abandonado. Sin embargo revive todo su esplendor el 14 de Septiembre, día en que se celebra la romería en honor al Cristo de la Vida, guardado celosamente en el santuario homónimo del s.XVI. En él pueden contemplarse hermosas bóvedas góticas tardías, así como tres retablos, dos renacentistas y uno barroco, todos ellos de gran interés. También en este santuario y a través de una trampilla abierta en el suelo, se desciende a unas profundas criptas con algunas momias.
Concluida la ruta de la Hoz del Júcar, la visita de algunos pueblos del llano representan una alternativa para cambiar de paisaje y contemplar estupendas panorámicas desde la planicie. Así dejando la Hoz del Júcar a su paso por Jorquera y tomando la carretera que conduce a Casas de Juan Núñez, es obligado hacer un alto en el camino para asomarse a los miradores mencionados anteriormente. Una vez llegados al pueblo merece la pena pasear por el barrio de casas-cueva. De Villavaliente podemos destacar las ruinas de un poblado ibérico denominado «Valenbo.
TOLOSA
Para cualquier viajero que llega a Alcalá del Júcar, Tolosa debería ser un lugar de visita obligada. Tolosa es un lugar donde se respira tranquilidad. Es la única pedanía bañada por el río Júcar y a su paso por la villa supone un remanso de paz.
Sujeto a la ladera,este municipio tiene en su construcción urbana muchísimo en común con Alcalá del Júcar, pero con unas dimensiones muchísimo mas reducidas. Un largo puente de mas de 100 metros cruza por encima de la corriente en una de sus zonas mas anchas,convertido en un lugar privilegiado para la contemplación del paisaje que nos rodea.
La población de Tolosa está constituida por unas pocas casas y cuenta con tan sólo 27 habitantes censados, lo que hace de ella, la pedanía más pequeña de todo Alcalá del Júcar . Con los años este pequeño pueblo se ha ido convirtiendo por méritos propios en un destino muy preciado para los amantes de la naturaleza y del turismo tranquilo, tanto en familia como para escapadas románticas, completamente aislados de la vida de la ciudad.
A los pocos metros de salir de Alcalá del Júcar, un cruce indica la carretera a seguir,por la margen izquierda del río,hacia la localidad de Tolosa. El desfiladero se abre por momentos dejando a su paso preciosos y fértiles meandros ocupados por huertos, frutales y demás explotaciones agrícolas. Al igual que en el resto del recorrido,las viviendas empotradas en la roca se nos mostrara como la principal singularidad arquitectónica de este entorno. El cauce fluvial se desparrama y se detiene un poco antes de llegar a Tolosa, en el lugar que ocupa una pequeña presa construida para alimentar las pequeñas necesidades de una pequeñita central eléctrica, que esta a unos 500 metros del pueblo.
Sus aguas tranquilas ofrecen estupendas posibilidades para la pesca, para el deporte y la aventura, rodeados de la naturaleza, con pinos, olivos, romeros y tomillos en su mayoría y una completa flora de bosque salvaje, apenas castigado por la acción del hombre.
Esta población se cree que puede deber su nombre y muy probablemente su origen a las actividades de batanería que la familia Tolosa, desempeñaba, en la ribera del río, en el siglo XVIII y más concretamente al batán de Juan Tolosa.
Sin lugar a dudas Tolosa es uno de los sitios más bonitos de la comarca de La Manchuela. Tolosa, para las personas que se dejan seducir por su tranquilidad y sus vistas, es uno de los destinos preferidos de aquellas personas que vienen a visitarnos y cuenta con gran número de casas rurales a tal efecto
Recortadas entre el cielo y los despeñaderos, las estilizadas siluetas de rapaces como águilas, halcones, cernícalos y otros,nos acompañaran en todo momento en nuestra visita por el fondo de las hoces.
Molino Don Benito.
A partir de Tolosa, la carretera se convierte en una especie de pista asfaltada y muy estrecha, al tiempo que los parajes se nos harán muchísimo mas abruptos y menos humanizados. Un canal de cemento de enormes dimensiones se desgaja del cauce para desviar las aguas que darán energía al Molino de Don Benito.
La pequeña mini central de Don Benito,nos dará la oportunidad de pasear o hacer senderismo en uno de los lugares menos alterados de la rivera del río Júcar. Un pequeño puente nos marcara a la derecha el paraje llamado Las Rochas.
Hacia la izquierda y sin dejar el asfalto un espeso pinar de plantación nos dará la bienvenida y nos acompañara al cada vez mas ceñido cauce,que poco a poco se nos hará un poco tortuoso ,que nos impedirá en algunos trechos acceder a sus orillas.
La espesa vegetación y lo inaccesible de la zona de la zona lo convierten en un hábitat ideal para especies tan amenazadas como la nutria.
Una bifurcación nos dará dos opciones:
-Por la izquierda nos llevara a una aldea abandonada llamada el Tranco del Lobo,que era un antiguo poblado de los trabajadores pertenecientes a las dos minicentrales eléctricas que se encuentran a su lado
-Por la derecha,el camino faldea a media ladera separándose del cauce con dirección a la ermita de la Cruz de la Cueva Alta,que esta en medio de un pinar. Poco después, un nuevo cruce conduce por la izquierda hasta el encuentro final con el embalse del Molinar y con la antigua capital del Señorio de Ves.
Seguimos por la izquierda y la vegetación que esta fuera de la influencia del río es típicamente mediterránea, compuesta por lentiscos, jaras, chaparras y coscojas,que esta habituada a la sequedad de estas tierras.,es conveniente que hagamos esto a pie,para no molestar la fauna que allí vive a pocos metros veremos las casas abandonadas y en ruinas del antiguo poblado de los trabajadores de la central, seguimos y cruzamos el canal , si seguimos a la derecha el asfalto se acaba en la central eléctrica del tranco del lobo , si seguimos hacia la izquierda por el camino que nos lleva al lado del canal iremos viendo casas en ruinas del poblado, podemos observar los puentes que cruzan el canal.